Andaba yo pensando que después de que te haya contado en la página de «Sobre mi» que me encanta la comida italiana, aún no había publicado ninguna receta de este país que me acogió durante unos meses.
Si, estuve de Erasmus en Italia. Bologna, para más señas. La verdad es que fueron unos meses muy agradables en los que aprendí mucho y conocí a muchas personas magníficas con los que compartí unos momentos inolvidables. ¡Gracias Dani, Patri y Fabi!
También fue momento de aprender la cultura gastronómica de la región. Y vaya si aprendí. Cogí unos 15kg en 5 meses porque quería probarlo todo, y ¡todo me gustaba! Menos la Zuppa inglese, no, eso definitivamente no. Investigué junto con mi amigo Dani a hacer también estas recetas, que luego fotografiábamos y subíamos a las redes sociales para que nuestras familias supieran que comíamos estupendamente. Aquí me ves amasando creyendo que amaso una masa de pizza en mi piso de Bologna.
Y aquí un pequeño collage de algunas comidas que me iba encontrando por la calle y fotografiaba.
Y esos capuchinos! Nunca he probado café más bueno! Y por favor, esas pizzas calzone que nos metíamos entre pecho y espalda, esos gelati italiani… argg!! Se puede apreciar como en la foto de la derecha, el chaleco que me quedaba bien al inicio de mi erasmus encogió un poco casi al final (aunque creo que fui yo quién engordó…)
Mi primera comida fue una focaccia. Tuvimos que ir casi de noche a comprar hasta las sábanas a un super cercano, y aprovechamos para comprar una y tener algo que echarnos a la boca, después de un largo día de papeleo y organización.
La focaccia es uno de los más típicos y conocidos panes italianos. Es muy similar a la masa de una pizza, pero se constituye casi siempre de la masa junto a hierbas aromáticas y alguna aceituna o tomate, que se cuecen en el horno mientras se hace este pan.
Yo como soy un poco bruto, he decidido hacer una focaccia-pizza. Básicamente se constituye de una focaccia propiamente dicha, pero a la que le he añadido un poquito de todo lo que rondaba por casa: tomate natural, cebolla, jamón,… Si algún italiano lee esto, quizás quiera matarme. No sé si esta mezcla que te propongo hoy será equivalente, por ejemplo en la cocina española a hacer una paella y ponerle por encima un poco de tortilla de patatas. Dos recetas super típicas unidas. Algo así creo que es este invento.
Si la haces, te aseguro que repetirás. Yo la tengo como receta de cabecera y la he hecho como que unas 10 veces ya, y siempre sale perfecta, tanto amasando a mano como a máquina (que yo uso por limpieza y comodidad).
Aquí tienes la receta, que he adaptado del video de «De uvas a peras«:
Focaccia-pizza de ajo y romero
Ingredientes masa (para unas 6 raciones / molde de 28x35cm)
- 650gr de harina de fuerza
- Levadura seca de panadero (Cantidad recomendada por el fabricante. Yo usé unos 12gr.)
- 20gr de azúcar
- 20gr de sal
- 300ml de agua tibia
- 75gr aceite de oliva + 120gr de aceite de oliva
- 3 dientes de ajo
- 3 cucharaditas de oregano
- 4 cucharaditas de romero
Ingredientes opcionales para convertirla en focaccia-pizza
- 150gr Mozarella rallada
- Tomate natural a rodajas finas
- Cebolla
- Pimiento
- Jamón a tacos
- Champiñón laminado
Elaboración
- Primero tenemos que aromatizar el aceite. Ponemos en un vaso los 120gr de aceite junto con el ajo triturado, una cucharadas de oregano y dos de romero. Calentamos durante un par de minutos en el microondas y dejamos enfriar. Lo usaremos en el último paso.
- Ponemos en un bol el agua tibia, levadura y azúcar. Mezclamos bien. También sirve la levadura fresca. Yo lo he probado con las dos y el resultado es idéntico.
- A continuación añadimos el los 75gr de aceite, la harina de fuerza, la sal y el orégano y romero restantes. Mezclamos todo bien y amasamos durante unos minutos en la mesa de trabajo, hasta que la superficie de la masa sea lisa. Si necesitamos más harina porque se nos quede pegado a las manos, añadimos poco a poco sin pasarnos. Si usamos robot amasador, pues dejamos que él haga todo el trabajo.
- Dejamos la masa en el bol enharinado para que doble su volumen durante al menos una hora u hora y media.
- Preparamos la bandeja de horno con papel vegetal y ponemos encima la masa. Damos forma metiendo los dedos, hincándolos bien. Cubrimos toda la bandeja con nuestra masa.
- Ahora echamos el aceite aromatizado por toda la masa y también colocamos los condimentos que queramos (queso, tomate natural, cebolla…) como si fuera una pizza. Primero yo eché la mitad del aceite, luego lo cubrí de queso y puse el champiñón y el jamón. Luego coloqué la verdura cruda por encima y terminé de echar el aceite aromatizado y un poco de sal gruesa (Échale un ojo a las fotos)
- Tapamos con film transparente y dejamos reposar de nuevo durante una hora. Volverá a doblar el volumen.
- Precalentamos el horno a 200ºC y horneamos nuestra focaccia-pizza a media altura durante unos 30 minutos.
- Servimos caliente inmediatamente.
Nota
- Yo he utilizado estos ingredientes para hacer la focaccia, pero tú puedes usar los que más te gusten: queso de cabra o roquefort, atún, maíz dulce, salchichón, berenjena… ¡las posibilidades son infinitas!
Y ahora qué, ¿nos la tomamos con una buena copa de vino Lambrusco? Ya que es de la región de Emilia-Romagna, dónde yo estuve viviendo. Supongo que será una buena combinación.
Un saludo para quién esté al otro lado.