Fotografía: Juan Carlos Campos
En la cocina familiar de mi casa las carrilleras o carrillada en salsa es un plato indispensable que no puede faltar en casi cada celebración. La verdad es que es nuestro principal en la cena de nochebuena y cada año esperamos con anhelo que mi abuela prepare un guiso enorme para tropecientas personas con el que acabamos chupándonos los dedos. Yo he querido reproducir este típico plato de la cocina española de la manera en que lo hacemos en casa, pero utilizando dos tipos diferentes de vino para la salsa, consiguiendo el punto exacto de dulzor. No te quedes corto con el pan porque con esta receta de carrillada ibérica con salsa, te aseguro que se va a acabar pronto cuando tus comensales empiecen a mojar.
Fotografía: Juan Carlos Campos
Fotografía: Juan Carlos Campos
Las carrilleras son las mejillas del cerdo, y es una carne grasa que requiere de bastante tiempo de cocción para que queden tiernas y en su punto. Puedes cocinarlas en la olla a presión, reduciendo considerablemente el tiempo de elaboración, pero a mi personalmente me gusta que se hagan a fuego lento para que tome todos los sabores.
La idea de combinar dos tipos de vinos diferentes ha surgido como pasa tantas veces en la cocina: por casualidad. Se me acabó el vino dulce y decidí mezclar los dos. Uno es un vino dulce similar al Pedro Ximénez que compré en una visita a una fantástica bodega en Sanlúcar de Barrameda. El otro lo adquirí en la misma bodega y es una manzanilla riquísima para tomar en el aperitivo, o en este caso para cocinar con ella ¿por qué no?
Fotografía: Juan Carlos Campos
Carrillada ibérica con salsa (4 raciones)
Ingredientes
- 1 cebolla grande
- 1 pimiento rojo
- 2 pimientos verdes
- 6-7 dientes de ajo
- 3-4 tomates maduros
- 1 rebanada de pan de pueblo
- 1 pizca comino
- 1/2 cucharadita pimienta negra molida
- 1 vaso vino dulce
- 1kg carrilleras de cerdo
- 3 zanahorias
- 25gr piñones
- 1 vaso vino blanco
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración
- Primero corta la cebolla, los pimientos y los ajos en trozos medianos (luego los trituraremos) y ponlos en la olla con un chorro de aceite de oliva a fuego medio.
- Cuando la cebolla esté transparente, añade los tomates pelados y triturados sin semillas. Cuece todo lentamente durante unos 15 minutos, añade sal a tu gusto y sácalo al bol de la batidora.
- Tritura todo bien con la pimienta y el comino, y luego añade una rebanada de pan que puedes tostar con un poco de aceite en la misma olla. Añade el vaso de vino dulce y tritura todo hasta que quede una salsa suave. Si queda muy espeso, añade un poco de agua y reserva.
- En la misma olla (no es necesario limpiarla) añade un chorro de aceite de oliva y añade las carrilleras limpias y salpimentadas. Pon también la zanahoria cortada en rodajas y deja que se doren unos minutos a fuego medio.
- Añade entonces el vino blanco y baja el fuego para que todo se cueza lentamente hasta que se consuma el vino por completo. Tapa la olla y remueve todo de vez en cuando.
- Cuando el vino se haya consumido, añade los piñones para tostarlos levemente y luego añade todo el sofrito triturado. Deja que hierva todo a fuego medio durante unos 15 minutos removiendo de vez en cuando.
Fotografía: Juan Carlos Campos
Como en todo guiso con fundamento, el secreto siempre está en no tener prisas y cocinar lentamente para los sabores se integren. Para esto, sin duda una cocotte de hierro colado de Le Creuset será tu perfecta aliada pues reparte el calor de manera uniforme por toda la superficie de la olla. Si no has cocinado aún en cocotte, no esperes más, porque sin duda merece la pena, y no sé cómo, pero el sabor final es diferente, exquisito.
Un saludo para quién esté al otro lado.