La verdad es que nunca me han gustado las torrijas. No sé por qué, pero siempre me han resultado muy pesadas, extremadamente dulces y jamás he podido terminarme una entera.
No has escuchado nunca eso de… ¡Tengo una torrija encima! Yo creo que es por eso, porque son un montón de pesadas.
¡Pero eso se acabó! Hasta que me he puesto manos a la obra y con la fiebre torrijeril que nos inunda estos días de Semana Santa, he hecho las mejores torrijas rellenas de la historia.
Os aseguro que para mi, esta receta se ha convertido en la de «pa siempre». Incluso para mi madre, que presume de hacer unas torrijas buenísimas (y nadie lo duda), se ha quedado impresionada con la jugosidad y buen sabor que tienen estas que hice.
Entonces, he decidido que ya que estamos en Semana Santa, no puedo guardar durante todo un año esta receta y allá va, con paso a paso incluido. Además, esta receta son tres en realidad, porque se compone del pan (si si, también lo hice yo), la crema pastelera y las torrijas rellenas en si. ¡Espero no aburrirte!
Lo primero que tendríamos que hacer es elegir un buen pan para torrijas rellenas. En los supermercados venden unos panes preparados «especialmente» para torrijas que pueden ser una buena opción para ahorrarnos tiempo, o usar incluso pan de molde que es bastante similar, por no decir el mismo. Yo creo que es mucho mejor hacer nuestro propio pan para torrijas, y estoy seguro de que vas a notar la diferencia con uno y otro.
He utilizado moldes de plumcakes, para que al poder cortarlos, me salgan rebanadas cuadradas. Ambos tienen unos 25cm de largo.
Yo he tomado prestada la receta de Gastronomía&Cía, modificándola un poquitín con el prefermento que usa Su de Webos Fritos para el roscón de reyes, y duplicando las cantidades. ¡Allá va!
Pan Brioche
Ingredientes (para 2 panes)
Prefermento
- 70 g de leche entera
- 10 g de levadura fresca de panadería
- 1 cucharadita de azúcar
- 130 g de harina de fuerza
Masa principal
- 600 gramos de harina de fuerza
- 10 gramos de levadura fresca
- 170 gramos de azúcar normal
- 120 mililitros de leche
- 120 gramos de mantequilla
- 2 huevo (+ 1 huevo para pintar la masa)
- una pizca de sal.
Elaboración Prefermento
- Calentamos la leche para que quede tibia y disolvemos la levadura con la cucharada de azúcar.
- Una vez disuelto, añadimos la harina y mezclamos con las manos hasta formar una bola, que quedará bastante dura y seca.
- La introducimos en un recipiente con agua templada y esperamos hasta que flote. Tardará unos 10 minutos. Cuando lo haga, ya podremos incorporarla a nuestra masa principal.
Elaboración Masa principal
- Disolvemos la levadura en la leche tibia, y luego el azúcar.
- Añadimos los demás ingredientes, los huevos batidos, la mantequilla a temperatura ambiente, la harina de fuerza tamizada y la pizca de sal. Luego incorporamos el prefermento que tendremos que tener ya preparado.
- Amasamos durante unos 10 minutos si lo hacemos a mano, aunque yo utilizo una amasadora y en unos 5/6 minutos conseguimos una masa firme y lisa.
- La dejamos reposar en otro recipiente tapado con un paño durante al menos una hora y media. Duplicará su volumen.
- Cuando pase ese tiempo, la sacamos y dividimos en dos partes. Cada una tendremos que ponerla en nuestro molde rectangular, previamente engrasado con mantequilla, y dejarlas de nuevo que doblen su volumen, otra hora y media. Podemos no utilizar molde y darle la forma que queramos, pero es mucho más cómodo luego porque todas las rebanadas salen iguales.
- Una vez pase el tiempo tendremos que pintar con huevo la superficie e introducir en el horno, previamente precalentado a 180ºC.
- El tiempo de horneado dependerá del grosor de la masa, pero rondarán los 20 minutos. Cuando la superficie tome color dorado, ya podrás retirarlo y dejarlo enfriar antes de desmoldar.
- Dejamos reposar el pan hasta el día siguiente para que sea más fácil poder manipularlo.
Siento la calidad de la foto. Pero se me olvidó hacerle una decente con la cámara y usé el móvil para tenerla por si acaso… ¡Y ya ves! Aquí está…
Ahora que tenemos nuestro pan, tenemos que hacer la crema pastelera. Si te apetece, en vez de crema pastelera se le podría añadir mermelada, crema de chocolate, cabello de ángel o cualquier cosa que se te ocurra. Siempre teniendo en cuenta que no sea una crema que se derrita con el calor como la crema de mantequilla, porque luego tendremos que freír la torrija.
Yo he utilizado una receta de crema pastelera que hace mucho que utilizo, y no recuerdo de dónde la saqué. La hago en el microondas porque es muy rápida y queda perfecta, aunque le añado un poco más de maicena de la cuenta para que quede bien firme para rellenar.
Crema pastelera
Ingredientes
- 500ml de leche entera
- 2 yemas de huevo
- 3 cucharadas de azúcar
- 2 cucharadas de maicena
- La piel de medio limón
- Media rama de canela
- 1 cucharadita de vainilla en pasta
Elaboración
- Hervimos la leche con el limón y la canela, y dejamos reposar al menos 20 minutos fuera del fuego.
- Ponemos las yemas, el azúcar, la maicena y la vainilla en nuestro recipiente de la batidora, y lo mezclamos bien. Si está muy espeso, usar un par de cucharadas de leche.
- Cuando la leche hervida haya enfriado un poco, la colamos y añadimos a la mezcla de yemas, y batimos con la batidora hasta que esté todo bien mezclado.
- Llevamos esta mezcla a un recipiente tapado al microondas y programamos 3 minutos a máxima potencia (normalmente 800w)
- Abrimos y removemos bien para eliminar los posibles grumos y volvemos a programar 2 minutos más.
- Sacamos y removemos bien y ya tenemos nuestra crema hecha. Dejamos que enfríe. Yo la dejé de un día para otro en el frigorífico.
Y ahora, al fin, después de estos pasos, que son más sencillos de lo que parece, vamos a poder hacer nuestras torrijas! Ay que ganas tenía ya! Después de 2 días haciendo panes y cremas ya era hora de empezar a hacer nuestro verdadero propósito.
Hacer torrijas es muy sencillo, pero entretenido así que vamos con nuestro paso a paso en imágenes para que sea más sencillo aún de entender. A mi no me gusta mucho el vino, por eso he preferido «emborrachar» las torrijas en leche azucarada. Pero se puede hacer con cualquier vino dulce rebajado con un poco de agua en proporción mitad y mitad aproximadamente. Si no se hace así quedaría un sabor excesivo a vino, aunque eso depende de los gustos.
Torrijas rellenas de crema
Ingredientes para 24 torrijas hermosas
- Nuestro pan de torrijas
- Nuestra crema pastelera
- Leche azucarada (la que admita) o vino para los más borrachines
- Huevo batido
- Aceite de girasol en abundancia
- Miel o azúcar y canela
Elaboración
- Cortamos nuestro pan en rebanadas. Para poder rellenarlo mas fácil, se corta una rebanada fina sin llegar al final y la siguiente si llegamos, y nos queda como un librito. Fíjate en la imagen del paso a paso.
- Cuando tengamos nuestro pan cortado, las rellenamos con la crema pastelera. Ponemos un par de cucharadas de crema y repartimos bien aplastando un poco.
- Ahora mojamos en leche o vino nuestra torrija procurando que quede bien borracha. Cuanto más se haga, más jugosa será luego.
- Pintamos con huevo batido. La razón de pintar y no introducir en huevo es para añadir solo el huevo necesario, sino quedaría demasiado sucio el aceite con el sobrante.
- Freímos en abundante aceite y caliente. Las dejamos dorar levemente y giramos, y luego sacamos. No lo dejamos mucho tiempo, sino se resecarán.
- Sacamos y ponemos en papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
- Ahora podemos glasear con miel. Yo utilizo miel artesanal y tengo que meterla en el microondas unos minutos para reblandecerla. Luego pinto las torrijas, un par de veces.
- También podemos rebozarlas en una mezcla de azúcar y canela. Yo hice mitad y mitad.
Y ya tenemos nuestras deliciosas torrijas caseras caseras! Con pan incluído!
La verdad es que estoy deseando volver a hacerlas, pero con diferentes rellenos para ir probando y si tú, has llegado hasta el final de este laaaaaargo post, te aseguro que no te queda otra que ponerte al lío y luego decirme qué tal te han parecido.
Estas son rebozadas en azúcar y canela. ¡Son mis preferidas! Y para que veas también como son sin rebozar aún.
Un saludo a quién esté en el otro lado.
