Fotografía: Juan Carlos Campos Romero
A veces me gusta traerte una receta como esta. Una receta de estas de toda la vida, un plato de cuchareo típico andaluz, de estos que te reconfortan y calientan hasta el alma. Pues si, y es que a casi todos nos gusta la cocina de vanguardia, pero nadie puede resistirse a un buen guiso lleno de sabor a tradición. Y puede que el aspecto no sea el más creativo, o el más apetecible a primera vista, pero si son platos que traen recuerdos, que te transportan a otra época y que en definitiva, te hacen sentir bien. Y si nunca lo has probado, te aseguro que esta receta de tagarninas esparragadas te cambiará la vida 🙂 .
Fotografía: Juan Carlos Campos Romero
Es muy probable que nunca hayas oído hablar de las tagarninas, pero puedo decirte que también se le conocen con otros nombres, como cardillos o cardos de olla. Muy típicas en la época de primavera en la zona del mediterráneo, esta planta rastrera y llena de espinas se ha consumido toda la vida. Sorprendentemente, a causa de su aspecto (yo siempre he dicho que parece un pulpo al revés) son comestibles y muy sabrosas, siempre que queden tiernas y jugosas.
En la preparación son muy parecidas a los espárragos trigueros, así que en esta receta incluso puedes sustituir las tagarninas por espárragos si no las encuentras. No es normal encontrarlas en grandes superficies, por lo que lo más seguro es que puedas verlas en algún puesto ambulante en la calle o en tu frutería de confianza. Normalmente las podrás comprar limpias de espinas, pero eso si, seguro que tendrán mucha tierra por lo que hay que lavarlas muy bien.
Fotografía: Juan Carlos Campos Romero
Para hacer este guiso de tagarninas esparragadas he usado esta fantástica cacerola baja de Le Creuset en color cereza. Perfecta para cocinar a fuego lento y perfecta también para servir directamente en la mesa ya que es una auténtica belleza.
Fotografía: Juan Carlos Campos Romero
Tagarninas esparragadas con huevo (4 personas)
Ingredientes
- 800gr tagarninas
- 4 huevos
- 1 cabeza ajos
- 3 tomates
- 4 pimientos
- 1 cebolla
- 2 rebanadas pan del día anterior
- Aceite de oliva
- 2 hojas de laurel
- 2 cucharadas vinagre de vino
- 1/2 cucharadita pimienta negra molida
- 1 pizca cominos molidos
- 1 cucharada pimentón dulce molido
- 1/2 cucharadita orégano
- Sal
- Agua
Elaboración
- Lo primero es lavar muy bien las tagarninas. Sumérgelas en agua, remueve y tírala. Hazlo tantas veces hasta que el agua esté limpia de tierra. Luego córtalas en trocitos de unos 7cm si es que no vienen cortadas ya.
- Primero pon a calentar en la cazuela aceite de oliva, que cubra el fondo. Añade los ajos, pimientos y cebolla, todo bien picado. Pon también las rebanadas para tostarlas un poco.
- Dale la vuelta al pan, y cuando se tueste, sácalo y añade los tomates picados. Haz el sofrito durante unos minutos hasta que todo esté bien hecho y ponlo todo (menos el aceite) en el vaso de la batidora.
- En el aceite del sofrito pon las tagarninas limpias con sal y remueve durante un par de minutos. Añade el laurel y agua hirviendo hasta cubrirlas bien y deja hervir hasta que se hayan puesto blandas. Dependiendo de los frescas que sean pueden tardar desde 30 minutos hasta 1 hora. Si se queda sin agua, añade un poco pero sin pasarte de cantidad.
- Mientras se ponen tiernas, preparemos el «majao» con el sofrito. En el vaso de la batidora estará todo el sofrito, junto con el pan, y añade todas las especias con un poco de sal, agua y el vinagre. Tritura todo perfectamente hasta obtener una pasta densa. Reserva.
- Cuando las tagarninas estén blandas, añade toda la salsa triturada y deja hervir durante un par de minutos removiendo. Si ves que está muy espeso, añade un poco de agua. Pruébalo y corrige de sal a tu gusto si es necesario.
- Ahora, con ayuda de una cuchara, abre un poco el guiso y añade los huevos crudos separados unos de otros. Empezarán a cuajar poco a poco en la cazuela a fuego bajo. Mejor si la tapas.
- Para servir puedes hacerlo con un poco de jamón picado y rebanadas de pan frito.
Fotografía: Juan Carlos Campos Romero
Un saludo para quién esté al otro lado.
