Mousse de pomelo (y crónica de cómo montar un zoo en casa)

Ayer estuve de visita en Palma del Río donde tengo muchos amigos (¡Saludos a todos! Sé que lo leeréis jajaja)

El motivo de mi visita no es un tema a tratar aquí, pero si aproveché luego pues me invitaron a pasar la noche en casa de mi amiga Sofía.

Creo que esta familia se merece unas palabras de agradecimiento por lo bien que me acogen cada vez que los visito. Aunque, pensándolo mejor, voy a dedicarles esta receta que he preparado con ingredientes que recogimos de su propia casa.
No solo dulces - Mousse de pomelo
Me traje una bolsa grandísima llena de pomelos y naranjas, y también unos cuantos de huevos frescos.

Realmente no estaban fresquitos, ¡estaban aún calientes! Las gallinas acababan de ponerlos y tal cual, Belén, la madre de Sofía, los recogió y me los traje a casa para hacer esta mousse de pomelo que ahora te explico cómo se hace.
Pero antes te cuento.
No solo dulces - Mousse de pomelo

Podría hablar largo y tendido de Belén, pero te diré que es una mujer famosa por su chocolate a la taza y sus tortillas de patatas. Las más gordas de la historia, hechas con los mismos huevos que te acabo de contar. Una mujer que cada vez que voy tiene un chiste, o dos, ¡o tres! para contarme y con quién siempre hay unas risas que echar. Una mujer que se levanta todos los días muy temprano para dar de comer a sus animales, los que ves en las fotos y los que no pude fotografiar. Creo que pude contar: dos cabras, una cerdita vietnamita, diecisiete gallinas, cuatro perros, tres-cuatro gatos,… y seguro que alguno más que se me escapa. Todos los tiene en casa muy bien cuidados y todos la adoran (sólo hay que ver cómo la siguen cuando va a echarles la comida). En fin, una mujer estupenda a quién le dedico esta receta, hecha con ingredientes de su casa, de calidad.

No solo dulces - Mousse de pomelo

Aquí ves a la cerdita, a las dos cabras, a una de ellas dándole el biberón. Si! al fondo Belén recogiéndome los huevos con los que hice la receta

Los pomelos que tiene en el huerto son amarillos, los más comunes, con un sabor menos ácido que el limón, y menos dulce que una naranja. A mi me encanta esta fruta y la tomo tanto en zumo como en gajos, pero esta vez quería experimentar un poco y creo que he acertado con una receta muy rica en sabor y muy delicada en el paladar. ¿Te atreves?
No solo dulces - Mousse de pomelo
No solo dulces - Mousse de pomelo

Mousse de pomelo

Ingredientes (para 6 raciones)

  • 200ml de zumo de pomelo (1 y medio)
  • 3 huevos
  • 80gr de azúcar
  • 1 yogur griego
  • 1 pizca de sal

Cobertura de Gelatina

  • 50ml de zumo de pomelo (medio)
  • 1 hoja de gelatina


Elaboración

  1. Calentamos los 200ml de zumo de pomelo hasta que hierva y apartamos del fuego.
  2. Separamos las claras de las yemas. Ponemos las claras en un bol, y las yemas en otro, que batiremos con 20gr de azúcar hasta que blanqueen.
  3. Añadimos la mezcla de yemas y azúcar al zumo y volvemos a poner al fuego hasta que hierva. Dejamos cocer durante unos 8/10 minutos hasta que espese, apartamos y dejamos enfriar.
  4. Cuando la mezcla de yemas y zumo esté templada, más fría que caliente, añadimos el yogur y mezclamos.
  5. En el bol aparte, montamos las claras a punto de nieve con la sal y el azúcar y añadimos a la mezcla anterior, mezclamos con la espátula con movimientos envolventes para que no se bajen las claras y aporte esponjosidad.
  6. Repartimos la mezcla en nuestros moldes y dejamos enfriar en el frigorífico un par de horas.
  7. Ya se podría comer, pero para decorar un poco he puesto gelatina por encima. Para ello, primero hidratamos la hoja de gelatina durante unos minutos en agua fría.
  8. Mientras, calentamos los 50ml de zumo hasta que hierva y añadimos la hoja de gelatina que ya estará blanda e hidratada.
  9. Mezclamos bien hasta integrarla y dejamos enfriar unos 15 minutos para que pierda el calor fuerte.
  10. Repartimos sobre la mezcla en los moldes con una fina capa de gelatina y volvemos a refrigerar. Yo lo dejé toda la noche.

No solo dulces - Mousse de pomelo
Como véis, aquí tenéis el resultado final. Tiene una textura muy fina y te aseguro que está ¡rico rico!

Un saludo para quién esté al otro lado.

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